Este 20 de septiembre se estrenó en los cines de Ecuador la esperada película Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses, que tuvo una excelente acogida a pesar de tratarse de un anime, que ya de por sí es muy poco común de ver por estas tierras donde las únicas propuestas que nos llegan en animación son las producciones de Dreamworks, Pixar y similares. ¿Pero por qué ha sucedido este fenómeno?, ¿qué hace que unos bienaventurados y aceptables adultos llenen las salas de cines para ver una película de animación?. Bueno, si queremos comprenderlo debemos primero entender y conocer a la Generación Dragon Ball.
Página interior del manga #1 de Dragon Ball
En 1984 el mundo conoció una de las historias más populares del noveno arte. Un joven mangaka llamado Akira Toriyama, por ese tiempo había alcanzado la fama en Japón de la mano de una encantadora, inocente y super poderosa robotcita llamada Arale, protagonista del cómico y surrealista manga titulado Dr. Slump.
Páginas interiores del manga #1 de Dr. Slump
Pero a Toriyama consolidado ya como un mangaka de éxito, le interesa explorar nuevos derroteros y decide adaptar su pasión por las antiguas películas de Kung Fu chinas (en especial las de Jackie Chan) a un manga para su público lector del Shōnen Jump. De esta manera nace Dragon Boy, que tiene una magnífica aceptación y después de unas ligeras adaptaciones se convierte en Dragon Ball. Donde se cuenta la historia de un joven guerrero que habita en las montañas. En un principio el autor recurre a referencias del afamado clásico Viaje al Oeste, muy referenciado en la literatura popular asiática, pero el manga toma su propio carácter y se torna en un relato más oscuro, violento y menos cómico conforme maduran los personajes.
Primeras páginas de Dragon Boy y Dragon Ball respectivamente
El Manga
Hay ciertos elementos que un manga debe contener para llegar al público de manera adecuada según el mercado japonés; el dibujo, la historia, el desarrollo de personajes, los diálogos y el manejo de la narrativa deben ser atractivos e impecables. Dragon Ball cumple con todos estos requisitos y los podemos encontrar tan sólo empezando a leer sus primeras páginas.
Goku y Bulma se conocen en el primer manga
El primer episodio contiene en sí la esencia de toda la serie: se nos introduce a Goku, un niño ermitaño, inocente y distraído pero con una gran destreza para las artes marciales y una fuerza que parece fuera de este mundo. También conocemos a Bulma, la carismática, bella y joven científica que ha venido desde muy lejos trayendo consigo el secreto de las Esferas del Dragón guardado por siglos y que en principio es el móvil de toda la historia. Bulma es quien propone la búsqueda de las esferas y al igual que en Viaje al Oeste, cumple las veces del Príncipe, y Goku toma el papel del Rey Mono como amigo y acompañante que la protegerá en su viaje hasta cumplir su objetivo.
Asociación de la historia de Dragon Ball con Viaje al Oeste
Bulma y Goku parten en busca de las Esferas del Dragón
Una vez cumplido este objetivo, Goku toma una de sus características dentro de la historia, el entrenamiento. Viajando siempre a lugares más desconocidos, más recónditos, para encontrarse con sabios y poderosos maestros que le enseñarán diferentes técnicas y lo harán fortalecer para enfrentarse a sus oponentes, esto es en sí, el objetivo de su vida pero a la vez lo que le da fuerza a la historia, ya que así conoceremos a más personajes y de manera más profunda a Goku, quien nos demuestra que con esfuerzo nada es imposible, rescata el valor de la amistad y la pasión por la aventura. Esto no parece nada del otro mundo, por eso sabemos que lo importante en esta historia son los personajes y sus diversas características, cada vez más místicas e incomprendidas, cada vez más fuertes. Con cada nuevo personaje, la historia crece.
El Maestro Roshi y Kame Tortuga se presentan
El Anime
Nosotros (ecuatorianos) no tuvimos la oportunidad de conocer el manga, pero hay algo que caracteriza a la industria del cómic japonés, y es que cuando un manga tiene éxito se lo adapta al anime. De entrada nos causó tanta gracia (e impresión) ver a Goku tocando a las chicas en sus "partes bajas" para constatar que no se trataba de un hombre, o recibir balazos en la cabeza y no morir. Estos guiños de la historia pueden ser muy normales en Japón, pero en un país como el nuestro no es algo que puedas si quiera imaginar en una obra de cara al público, mucho menos en televisión, en un horario asequible para cualquier estudiante y como si fuera poco, divertidísimo. Aún recuerdo el primer episodio cargado de misticismo, música, aventura y acción. Quería ver más.
Primer episodio del anime
En el manga, la historia tiene continuidad de una manera lineal, pero en el anime hay una distinción entre las aventuras del Goku niño y el adulto. La serie toma otro nombre al que Akira Toriyama bautiza como Dragon Ball 2, pero los productores confundieron el "2" por "Z" y así que quedó.
Además en nuestro país hay otro tipo de distinciones entre una serie y otra... para empezar, la emisión de la serie del Goku niño se transmitía en un canal de manera inconclusa, repitiéndose constantemente sin avanzar de un punto dado a manera de bucle, lo que hizo que pensemos que ese era el final de la serie y por otra parte, en otro canal se empezó a emitir la serie del Goku adulto (al mismo tiempo que la otra se repetía) desde el principio y de manera continua hasta el final de la serie. Es por este motivo que nosotros nos sentimos más identificados con la historia del guerrero adulto salvador de la tierra y el universo en Dragon Ball Z que con la búsqueda del niño y las Esferas del Dragón.
Fotograma de la batalla entre Goku muerto y Majin Vegeta
La patente Dragon Ball
La productora nipona Toei Animation, había encontrado en Toriyama su gallina de los huevos de oro, situación que el mangaka no estaba dispuesto a mantener, por lo que al terminar el manga y el anime con Dragon Ball Z dio por concluida su obra. Los productores al encontrarse con esta negativa, reclutaron un equipo de ilustradores para sumarlo al de animación y crear la secuela Dragon Ball GT basados en los diseños que el mismo Toriyama autor realizó para la serie, donde se pretende continuar la historia de Goku mezclando la aventura de la búsqueda de las esferas con la acción palpitante ante enemigos cada vez más fuertes, sólo que esta vez la aventura sería en todo el universo. El resultado fue una especie de telenovela, cansada y tediosa donde se le pone el punto final a la Leyenda de Gokú, que siendo sinceros fue lo único destacable de esta saga: el emotivo desenlace. Aún así... la serie fue vista casi en su totalidad por el público fiel.
Fotograma de Dragon Ball GT
Productos comestibles bajo la marca Dragon Ball
Inclusive después de terminada Dragon Ball GT, los fans al rededor del mundo siguen intentando perpetuar el legado de esta atractiva historia, y en algunos casos funciona. Esto se debe a que Dragon Ball no se trata de una sola historia en sí, sino de muchas otras pequeñas que forman parte de ella, y a su vez la que se nos cuenta puede contener historias más grandes detrás, como sucede con las matrioskas rusas. Un ejemplo de esto es cuando Goku (y nosotros) descubre que es un habitante de otro planeta y pertenece a una raza guerrera llamada Sayajin, todo toma una perspectiva diferente pero a la vez es perfectamente adecuado al lineamiento de la serie donde se nos deja bien en claro que todo es posible.
Publicidad creada para el juego de SNES
Pantalla de inicio del juego para SNES
La película
Bajo estas premisas ahora podemos entender que Dragon Ball no sólo trata de la leyenda de un joven guerrero que se hace cada vez más fuerte, sino también de un universo que se expande hacia cualquier rincón que podamos imaginar. No existen límites, ni la muerte es uno de ellos, al contrario, es un escenario más. Es por esta razón que la película Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses, a pesar de haber recibido duras críticas, cabe dentro de nuestro imaginario para con el universo Dragon Ball.
Fotograma de la película DBZ: La Batalla de los Dioses
Cualquiera que hubiera sido el argumento, cualquiera que hubiera sido el enemigo, todo es posible y comprensible. Lo que a nosotros nos interesa en realidad, es ver en acción una vez más a Goku y sus amigos enfrentando nuevas adversidades y buscando la manera de salir airosos. Nosotros no asistimos al cine para ver una obra trascendental del séptimo arte, estuvimos ahí para encontrarnos en las butacas con alguien que una vez fuimos.
Viñeta final del primer manga
"Nosotros no asistimos al cine para ver una obra trascendental del séptimo arte, estuvimos ahí para encontrarnos en las butacas con alguien que una vez fuimos", que remate tan bueno, por poco y me hace brotar una lágrima jaja... un gran artículo que llena de nostalgia a cualquier buen fan de Dragon Ball.
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