Por Francisco Salazar Ureña.
Éste es nuestro primer artículo del año y como tal, decidimos empezarlo a lo bien, a lo grande, con uno de los grandes... con un homenaje al "Rey", al genio creativo, al trabajador incansable, a aquel que con un lápiz y una mesita de dibujo gastada proyectó una nueva manera de entender el arte y el naciente "nuevo mundo moderno", obviamente nos referimos al inigualable Jack Kirby, el Rey del cómic americano.
Éste es nuestro primer artículo del año y como tal, decidimos empezarlo a lo bien, a lo grande, con uno de los grandes... con un homenaje al "Rey", al genio creativo, al trabajador incansable, a aquel que con un lápiz y una mesita de dibujo gastada proyectó una nueva manera de entender el arte y el naciente "nuevo mundo moderno", obviamente nos referimos al inigualable Jack Kirby, el Rey del cómic americano.
Jacob Kurtzberg fue un judío estadounidense nacido en 1914, hijo de inmigrantes austriacos. Debido al evidente etnicismo de su nombre y por los conflictos políticos de la época (segunda guerra mundial) se vio obligado a usar diversos pseudónimos como: Jack Kurtiss, Curt Davis o Ted Grey.
Kirby inició su carrera a la edad de catorce años, dibujando tiras cómicas para periódicos locales sin más instrucción académica que la propia. Posteriormente debutaría en el mundo de la animación al ingresar a Fleischer Studios como inbetweener (en animación, persona que completa la secuencia entre un movimiento principal y el siguiente) en las caricaturas de Popeye, trabajo que abandonaría por ser monótono como el de cualquier otro obrero. Él era consciente que tenia mucho más que ofrecer y la idea de ser "uno de tantos" le incomodaba.
En los años venideros seguiría puliendo su estilo, ésta vez para Eisner & Iger, donde exploró una amplia cantidad de géneros como el western, terror, policiaco, ficción y comedia hasta llegar a las historietas del Blue Beattle (actualmente propiedad de DC Comics) donde conoció a su primer gran compañero de fórmula Joe Simon, a finales de la edad dorada de los cómics.
Entre otros personajes ya conocidos, Kirby aportaría su trabajo en historietas como The Sandman, Manhunter pero los primeros destellos de esta gran combinación surgirían en 1940 con “The Boy Comandos”. En aquella época la fórmula de los sidekicks como Robin, Speedy o Aqualad estaban muy en auge entre los adolescentes (principal público de los cómics en ese entonces). Introducidos al universo DC por Batman, The Boy Commandos hace su debut en Detective Comics #65, el primer grupo de héroes adolescentes marginados, una especie de patrulla comunitaria que luchaba contra la mayor amenaza de la época: los nazis o como ellos los llamaban: los ratzis. Creado por Simon y Kirby, este título gozaría de una aceptación masiva, siendo su primer gran éxito veinte años antes de la era MARVEL.
Los vientos de guerra soplaban con mayor intensidad y si algo necesitaba el mundo, eran héroes, aunque sean ficticios y éste llamado no pasaría desapercibido para la dupla; en mazo de 1941 aparece por primera vez en las páginas de Timely Comics (actual MARVEL) El Capitán América encajando un puñetazo en el mentón de Hitler. Este numero se agotó en cuestión de días y la historia venidera es de dominio público. Cuando Kirby apenas empezaba a disfrutar de su creciente nuevo éxito, acudió al llamado de su patria y se enlistó en el ejército, donde sirvió como artista reconocedor del campo avanzado, un trabajo bastante peligroso ya que implicaba la posibilidad de cruce de fuego. Sin embargo Kirby regresó ileso y condecorado a pesar de casi perder una pierna a causa de la congelación.
Ya de regreso, la reputación de los cómics había sido fuertemente deteriorada por acusaciones gubernamentales que los enfocaban como las principales causas de la delincuencia juvenil y la perversión social, el género de los superhéroes decayó considerablemente y hacer cómics era tan mal visto como delinquir. Pero esto no supondría un obstáculo para nuestro héroe ya que su versatilidad no concía limites.
En 1947, Harvey Comics presenta una satírica serie de cómics románticos picarescos para adolescentes, denominada Young Romance, muchos de nosotros pensaríamos que un cómic romántico fracasaría rotundamente, nada más fuera de la verdad... especialmente si contamos con el "Rey" a la cabeza. Young Romance no sólo agotaría su tiraje con inmediatez sino que inspiró a una cantidad sorprendente de imitadores, spin offs y establecería los cimientos de dicho género.
En 1947, Harvey Comics presenta una satírica serie de cómics románticos picarescos para adolescentes, denominada Young Romance, muchos de nosotros pensaríamos que un cómic romántico fracasaría rotundamente, nada más fuera de la verdad... especialmente si contamos con el "Rey" a la cabeza. Young Romance no sólo agotaría su tiraje con inmediatez sino que inspiró a una cantidad sorprendente de imitadores, spin offs y establecería los cimientos de dicho género.
Antes de su colosal éxito y de destacar como el dibujante americano más importante e influyente de todos los tiempos, Kirby y Simon emprendieron su modesta empresa de cómics Mainline Publications, alcanzando el reconocimiento de los entendidos, pero esto no lo cambiaría en absoluto, ya que su vocación era la de un creador de puertas adentro: muchos de sus allegados dicen que su jornada de trabajo se extendía a dieciocho horas y que su producción alcanzaba de ocho a diez páginas diarias cuando los dibujantes contemporáneos con sus métodos modernos apenas consiguen la mitad. Lamentablemente su iniciativa no prosperó y desembocó en la ruptura amistosa de la fórmula Kirby-Simon.
Durante algún tiempo Kirby anduvo ofreciendo sus servicios como freelance, en la época donde el interés por el espacio y el cosmos crecía. El Sindicato de Tiras Cómicas lo contrata para que haga equipo con los hermanos Dick y Dave Wood, con la intención de hacer un comic de relatos espaciales denominado Sky Masters of the Space Force, mismo que el "Rey" desarrollaría de manera apoteósica, innovando así en otro campo que a futuro dominaría y se multiplicaría de forma célebre: la ciencia ficción, con ilustraciones majestuosas que siguen impresionando hasta nuestros días y viñetas de redacción cinematográfica, este es uno de los trabajos menos conocidos de Kirby que merecen ser repasados.
En 1958 DC Comics contrata a Kirby para otra oda espacial y esta vez nos sorprendería con Challengers of the Unknown, una bizarra aventura surrealista en la que cuatro exploradores nos llevan a los confines del universo para enfrentar la feroz amenaza de extrañas criaturas zoomórficas, alienígenas inquisidores y máquinas auto-conscientes en un alucinante futuro donde la lógica no tiene cabida; algunos de los elementos empleados aquí serían reciclados posteriormente para los Cuatro Fantásticos. Su paso por DC Comics fue breve pero no sería el último.
A través de los años Jack Kirby conoció a muchísima gente involucrada en el mundo de los cómics, pero aún no había encontrado a su pareja de oro. Un joven y entusiasta editor que acababa de tomar la posta de Timely Comics, a pesar de que las cosas no habían ido bien para la empresa y que estaba pensando en dedicarse a algo más rentable para mantener a su familia, decidió dar un último intento, pero esta vez lo haría a su manera. Así en 1961, Stan Lee y Jack Kirby estaban listos para cambiar el curso de la literatura gráfica para siempre y la primera piedra con la que edificarían el imperio MARVEL fue los Cuatro Fantásticos. Desde entonces los personajes más importantes de la firma llevan el sello inconfundible de este dueto de oro.
Con el mundo de los cómics a sus pies, el “método MARVEL” desarrollado y una creciente popularidad, todos creían que Kirby estaba en la cumbre de su vida profesional, pero una vez más nos sorprendería probando que lo mejor estaba por venir. Una de sus últimas y no tan conocidas creaciones en MARVEL fue Devil Dinosaur.
Los héroes prehistóricos "atarzanados" de los grandes de la industria, tanto Ka-Zar en MARVEL como Kamandi en DC fueron creados por Kirby, pero éste consideraba que su exploración por dicho campo estaba inconclusa, por lo que decidió crear a este inusual personaje y a su pequeño compañero Moon-Boy, ambos pertenecientes a un mundo paralelo en el que la edad jurásica no había terminado y tanto dinosaurios como humanos coexistían luchado por su supervivencia, este cómic en un inicio fue destinado para ser una serie de dibujos animados del sábado por la mañana, pero sus aventuras eran tan disparatadas, inexplicables y descabelladas que se cuestionó su enfoque hacia el público infantil. Desde extraterrestres prehistóricos hasta unir fuerzas con Godzilla en una realidad alternativa, Devil Dinosaur es un conglomerado de impredecibles y oníricas aventuras que merecen la pena ser leídas.
El mundo de los cómics en los años 70’s parecía completo, ya que había personajes de todo genero, índole y estilo, más una cosa hacia falta: dioses. Kirby, inspirado en sus raíces hebreas fue el encargado de crear la teología del noveno arte, tanto con Galactus, The Eternals y The Celestials en MARVEL como Darkseid, Orion y The New Gods en DC indistintamente; ésta etapa fue conocida como "El Cuarto Mundo de Kirby", en la que dichos personajes representan las entidades cósmicas de ambos universos, aquellos que están por encima de los superhéroes comunes y quienes tratan asuntos de nivel existencial y creacionista. La recepción de estos personajes fue multitudinaria sobre todo porque expandía los horizontes de un público cuya conciencia estaba más desarrollada con los cambios sociales y políticos de la era, y para quienes la lucha del bien contra el mal ya era cosa de párvulos.
Si algo le faltaba por explorar al "Rey" era el campo cinematográfico, en 1976 Kubrick y Clarke buscaban adaptar su clásico inmortal: A Space Odyssey 2001, dicha tarea no pudo haber recaído en mejores manos; Jack Kirby hizo una adaptación muy altiva, leal y honorable pero eso no sería suficiente para el Rey y a su más puro estilo incorporó nuevos e inquietantes diálogos en los que interpreta los deseos y pensamientos de la tripulación. Para esta época Kirby había hecho un aporte trascendental para ambas empresas y a la historia del cómic en sí, a pesar de esto el sentía que nunca recibió el crédito que merecía y cansado de los abusos y atropellos de la industria volvió a una de sus raíces olvidadas: la animación. A finales de los 70’s trabajó con Hanna Barbera en series como Thundarr el Bárbaro, El Joven Turbo y la adaptación televisiva de los Cuatro Fantásticos. Pero nunca pudo deshacerse de su inmenso amor por los cómics y en la década de los 80’s regresó a DC, donde militó hasta su muerte en 1994.
Definitivamente la muerte le quedó demasiado pequeña a Jack Kirby ya que su obra sigue trascendiendo el umbral del tiempo y creando vida e inspiración en aquellos que conocen alguno de su basta obra y aunque desde su partida, sensacionales artistas han intentado seguir sus pasos con obras plausibles e hipnóticas, nadie ha podido igualarlo en ninguna de sus facetas.
¡LARGA VIDA AL REY!
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